jueves, enero 02, 2014

Però jo mai, mai, mai serè feliç com ho he estat aquesta nit.

 

Creo que es hora de volver. No volver a ser la misma. Volver a dejarme llevar. Volver para quererme más. A sentir lo que sentía con la misma canción, pero sin pensar en ti, como hacía cuando te creía conmigo. Pero eso no lo sabía, tonta de mi.
 
 

Pensaba que todo era olvidar y al final siempre acaba siendo una cuestión de resignarse.

miércoles, septiembre 28, 2011

Injusto

Tuve la gran suerte de conocerte, de encontrarte allí donde quise empezar algo nuevo para mí. Estoy segura que creíste en mi nada más entrar por la puerta. Y así lo demostraste cada día que iba. No puedo creer que te hayas ido.

Dejé las clases de patinaje durante unos meses sin decir nada, y cuando volví me dijiste: “Sé que no debería decirlo, pero me ha gustado verte hoy”. Después ya no pude compaginarlo y debe hacer un año que ya no vuelvo.

Qué feliz me hicieron y que duro se me hace ahora escribirlo.

Me quedo en deuda contigo, me queda decirte: “A mí también me gusto verte, eres lo mejor de la semana”. Con tu humor, con tu vitalidad, con tu implicación, con las bromas al principio y final de clase

Me duele pensar que se me ha ido una de las pocas personas realmente grandes que voy a conocer en toda la vida. Realmente hay pocas como tú.

martes, septiembre 21, 2010

Pues tú eres fea

El martes pasado empezamos las clases teórico-prácticas (TP's). Como dije nos han cambiado el profesor, y ya no es tan divertido como las clases de primero.
El primer día recordamos la cintura escapular, hicimos algunas pruebas funcionales y la profesora nos explicó algunas de las patologías que podían aparecer.
Para explicar la clase, escogió a una compañera y a mi. Empezó ( y acabó) describiendo mi cintura escapular.
- He escogido a estas dos chicas, por que he visto que tienen un perfil diferente.
Como podéis ver aquí (señalándome a mi), la escápula está desplazada un poco hacia la parte lateral, debido a que tiene los hombros más hacia delante. Esto provoca que la cabeza también se desplace hacia delante. Mirad aquí, se puede apreciar una cifosis.



A causa de la posición de los hombros, la clavícula se marca más y lo que provoca es una presión en el manubrio del esternón, por lo que tendrá menos capacidad pulmonar, podría sufrir problemas. Con esto, el diafragma no está tenso y provoca flacidez.
Bueno chicas, ya podéis sentaros.
Si mi autoestima no tenía mucho equilibrio, ese día me la pisoteo bien. Y se me olvidó decirle... Pues tú eres fea, ¿vale?
Como echo de menos a mi antiguo profesor.

martes, septiembre 14, 2010

¿Depresión Post-vacacional?

Imposible, lo más lejos a donde he ido este verano ha sido a comprar el pan. Así que debe ser depresión crónica.
Hoy (ayer, por la hora que es) empecé segundo curso.
Me hacía ilusión y a la vez mandra. El horario de este semestre me gusta más bien poco y no le veo demasiada relación con la Fisioterapia (todo habrá que verlo, espero).
Otra vez empezamos con el nuevo sistema (primera promoción de boloñesas (Bolonia)) y las cosas todavía no están claras (pero mejor que el año pasado, supongo…).
Las clases teórico-practicas las empezamos antes que el año pasado (algo bueno), pero han cambiado la estructura y con ello los horarios y los profesores (algo malo).

A ver como avanza el curso.
Espero escribir más.

martes, septiembre 07, 2010

No son horas...

Manaña viene a Barcelona Andrés Calamaro...

Y no voy a ir.

:(



Pero te espero.

viernes, agosto 20, 2010

Suerte que no se me olvida la cabeza

Con la búsqueda de trabajo, el trabajo, las vacaciones… se me han escapado cosas que quería contar. Una de las cosas es que gracias a Trnd y Dr. Oetker, pude probar las pizzas Ristorante.




Estas son las primeras que probamos

Me enviaron a casa 5 cupones para canjearlos por cualquiera de las diez variedades de Pizza Risorante, más 20 vales de descuento para amigos y diez blocs de nota magnéticos para la nevera.



Todo aquél que lo ve quiere llevarse uno. A mí me encantan.



Las que escogí y pude degustar a través de los cupones fueron la Pizza Mozzarella, Prosciutto (las clásicas son las que más me gustan) Quattro Formaggi (mmmm, buenísima me encantó), Pollo y Spinaci (esta no tanto, jajaja).

No había comprado nunca pizzas congeladas, ni tampoco en casa comíamos, así que fue nuevo para nosotros. Y nos gustó mucho. Se hacen en poco tiempo y te quitan del apuro el día que no sabes qué hacer para comer o cenar. Y están muy buenas, yo ya he repetido con más de una.

Otra de las cosas, es que en día 10 de este mes de agosto el blog pasó de tener nada más y nada menos que…




¡¡¡¡Cuatro añazos!!!!

Y me siento como si fuese ayer cuando lo cree y decidí ponerme a escribir tontadas. Todavía hay días que no tengo ni idea de lo qué escribir, que me cuesta empezar, que escribo un montón de tonterías. En algunos momentos en los que pase tiempo sin escribir, pensaba que era mejor dejarlo. Sin embargo cada nuevo post me hace ilusión publicarlo, jajaja. Y aquí sigue :) Gracias a los que habéis estado y estáis ahí detrás de la pantalla leyendo las cosas que cuento y los comentarios que me dejáis que me hacen mucha ilusión.
Ayyyy!!! Justo ahora estoy pensado que mi primer post (no los leáis por favor, jajaja) fue en el mismo sitio donde estoy sentada y de noche, como ahora. Si no me he movido y ya han pasado cuatro años!!!!

En fin que estoy muy contenta de este blog que formé y que poco a poco, también lo habéis ido formado vosotros.

¡¡¡¡Un besote!!!!

MmMmM… me voy a dormir que mi cuerpo no puede más. Y mañana es mi último día como cajera.

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII


PD: Cuando quedan meses para el cumpleblog siempre pienso en hacer alguna cosa para este día, contestar preguntas, preparar alguna chorrada, pero siempre se me pasa. Sí, soy (todavía no) una copiona, porque algunos lo hacéis, pero me encantan estas cosas. Así que no se, si queréis darme alguna idea (jajajaja que morro tengo) o ya pensaré para el año que viene alguna cosa.

miércoles, agosto 18, 2010

Historias de cajera (II)

Ya me queda menos. Dos días y acabaré con este trabajo. Qué bien me siento al pensar que hoy es mi día de fiesta, que voy a poder hacer lo que quiera sin estar pendiente del reloj. Y después, dos días y ya está. Parece que desde que di la carta de mi despido voluntario los días pasan mejor, por la costumbre o saber que ya me queda nada para salir de ahí.
Cada día pasa algo, ya sea alguna anécdota con los clientes o la mala organización de la empresa, esperas para pasar el código…



Los días que tengo ganas escribo algunas de las cosas que me han sorprendido o me han pasado con los clientes.
Es increíble lo que se ve de cara al público.

Una de las anécdotas que tengo escrita es de un día que vino una madre con su hijo a comprar una planta. Una vez paso el código, la señora me pregunta si tengo celo para quitar el precio de la maceta. Le digo que no, que en la caja no hay.
(Inciso: en la empresa donde estoy son tan miserables que no dan ni una botella de agua para el empleado, ni aún con un horario de nueve horas, por lo que tener celo en caja es impensable). A lo que la señora, medio enfadada me dice con cara de “chica tu eres tonta y no te enteras” ¿Cómo que no hay celo en la caja para quitar el precio?, pero bueno, es la primera vez que lo oigo. ¿Y cómo quito yo ahora el precio? Sabes, esto es para regalar, ¿tú crees que yo lo voy a llevar con el precio puesto? *A ver señora, a mi lo que haga con la planta me importa una mie***, pues si no hay celo lo arranca con los dientes.
Pues no hay celo en ninguna caja.
Mientras tanto el hijo le dice a su madre que ya intentará quitarlo con la uña. Pero la mujer no, ella seguía diciendo que era increíble como una cajera no tenía celo para quitar los precios de los productos, y que fuese yo la que lo quitase.
*Si quiere vaya al pasillo donde hay celo, lo compra, lo guarda en el bolso y así podrá quitar todos los precios que le de la gana. (Inciso: Sé que hay tiendas que si tienen celo y que envuelven con papel de regalo, pero en donde estoy yo no. Aún gracias de que en la caja que nos toque funcione la pistola de marcar precios y los clientes no tengan que levantar grandes pesos del carro)
Parece una tontería, pero la mala gana que se te pone no te la quita nadie.

También (pocas, pero algunas vez) hay historias graciosas.
Unas de ellas fue un día que vino una madre con su hija de unos 4 o 5 años, muy espabilada ella. A mí me había tocado una caja que no funcionaba la cinta (malo), con lo que a los clientes les tenía que pedir que me ayudaran a acercarme la compra. Cuando se lo digo a la madre, ella me va ayudando, pero la hija se queda delante mío mirándome fijamente. A lo que suelta: ¿No te da vergüenza?

La miro, sin entender nada y le pregunto qué es lo que me tiene que dar vergüenza.
¿No te da vergüenza ser la única a la que no le va la cinta de la compra?
¿Eeeeeeehqué? Jajajajaja, no sé si me reí por lo cansada que estaba de que todo fuese mal, porque hasta la niña se dio cuenta de que aquello no era normal o no sé. Pero en ese momento me hizo mucha gracia. *Que razón tiene la niña, pero vergüenza a mí no me da ninguna, esa es la imagen que da la empresa, yo no, aunque no se vea así. Más vergüenza me da hacer esperar a los clientes por una tontada como que el código no esté actualizado o que no me cojan el teléfono en atención al cliente y después digan que el cliente es lo primero, que hay que ser amables, positivos, blablabla. Son los primeros que no los cumplen, no les importa nada y bien lo demuestran. Eso sí me da vergüenza.
¡Pero cállate la boca! - le decía la madre – que no es culpa suya. Pero la niña ahí seguía con la duda.

Qué ganas de que sea sábadoooooooooooooooooooooooooooooo.



*Esto es lo que pensaba mi cerebro, pero que no llego a salir de mi boca.
Related Posts with Thumbnails